viernes, 26 de junio de 2009

Los discursos de In-Seguridad estan transformando el espacio pùblico y las prácticas populares de convivencia



Las representaciones colectivas del miedo.

No hay que tener un ojo muy entrenado para poder identificar claramente ciertos fenómenos visuales que nos dan pauta para estructurar una sospecha: las relaciones sociales e interpersonales, el espacio están siendo afectadas por la percepción de inseguridad.
La violencia de índole criminal es un problema real que se reproduce en el imaginario colectivo y se propaga fácilmente en forma de alarma social. Es una problemática que impacta la intimidad de la gente y modela su visión subjetiva del mundo.
Los discursos provenientes de instituciones privadas, estatales y civiles y el propio rumor cotidiano de la gente van diseñando reacciones ante la in-seguridad, que se afianzan como prácticas culturales complejas sobre in-seguridad. Prácticas que se extrapolan por una desmedida percepción del problema causada principalmente por una exacerbante mediatización, la misma que esta atravesada por diferentes intereses políticos y económicos.

Como naturales al paisaje urbano se consideran muchas de las instalaciones de seguridad en nuestra ciudad, es así como: cerramientos, alambradas electrificadas, pedazos de vidrio, ventanas enrejadas, rótulos de advertencia, pasan desapercibidos en la rutina de transitar las calles; cámaras de seguridad, guardias de seguridad, el sonido de alarmas en autos, domicilios y locales de comercio, noticieros y reportes policiales son comunes cada día.
El comportamiento de nuestra mirada ante estas instalaciones y muchas otras se ha banalizado por su recurrencia, se ha minimizando su impacto visual por sobre-exposición. La incidencia que esto tiene en cómo convivimos y cómo vivimos la ciudad pierde importancia o queda justificando por medio de una visión individualista que entiende al espacio público como un conjunto de parcelas privadas en el que cada uno se protege como puede.
En este escenario, usando la idea de cultura visual sobre in-seguridad como una “estructura interpretativa fluida” (Mirzoeff, 1999: 21) aplicada sobre los medios audio-visuales de comunicación (TV) - y también - en los fenómenos visuales urbanos, del diseño del espacio y la arquitectura, nos aproximamos a las representaciones que hace un sujeto sobre sí, sobre el Otro y la comunidad a la que pertenecen, sobre su posición ante la in-seguridad y el desarrollo de su vida cotidiana.
Cómo se representa el miedo, a través de estas prácticas de seguridad, y cómo se puede ver en el reconocimiento de este conjunto de fenómenos visuales, prácticas y representaciones, una reflexión más crítica, un re-pensar nuestra postura ante el discurso oficial de in-seguridad.
“El ver y el representar son actos materiales en la medida en que constituyen medios de intervenir en el mundo. No vemos simplemente lo que esta allí, ante nosotros. Mas bien, las formas especificas como vemos –y representamos- el mundo determina cómo es que actuamos frente a éste y, al hacerlo, creamos lo que ese mundo es.” (Poole, 1997: 15.
Mirzoeff, Nicholas (1999). Una introducción a la cultura visual. Barcelona: Paidós
Poole, Deborah (1997). Introducción a Visión Raza y Modernidad, una economía visual del mundo andino de imágenes. New Yersey: Princenton University Press

Circulos de seguridad (intervención-pintadas en la calle)




En Torno a cuestiones de espacio público y discursos de In-Seguridad el colectivo El Bloque viene desarrollando una investigación visual que intenta cruzar con propuestas de intervención desde el arte
Bajo los discursos de in-seguridad que nos restringen de determinados lugares, de determinados recorridos, de horarios y de gente el espacio social sufre una continua fragmentación (como parcelas privadas in-comunicadas) en donde lo importante será consumir seguridad generando una ilusión de protección.
Esta intervención propone una puesta en escena –literal- de esta ilusión. Consiste en dibujar un circulo amarillo (tipo señaletica) sobre la vereda, con la etiqueta que reza: “dentro de este circulo usted esta seguro”
Esperamos ir ubicando estos círculos de seguridad en lugares clave de la ciudad de Quito , esperando además que cumplan su función de protegerlos en aquellas situaciones complicadas

Construcciones mediáticas de la percepción de in-seguridad



“Los medios viven de los miedos, que los explotan morbosa, obscenamente, agravando la desinstitucionalización de la violencia y colaborando en la expansión del sentimiento de impotencia hacia la acción colectiva y el repliegue del individuo sobre el territorio domestico y sobre sí mismo” (Barbero, 2003)
El problema de la in-seguridad se transforma en un problema de percepción de in-seguridad cuando accedemos a la violencia desde la comodidad de nuestro espacio privado, en este lugar es donde sentimos afectada nuestra seguridad, nuestra confianza ya que la amenaza se vuelve individual, se crean múltiples asociaciones violencia –espacio publico, recurrencia mediática – violencia cotidiana, hechos delictivos – sectores pobres marginales de la población; le damos una dimensión, un rostro y hasta una nacionalidad al problema de la in-seguridad.
El carácter performatico de los medios masivos de comunicación (que aparentan describir la realidad cuando en cierta medida la generan), están consolidando un imaginario por medio de la repetición, la inexactitud, la exageración, y en general por la superficialidad y fragmentación con la que tratan un tema fuera de una agenda de política pública.
Preguntarnos ¿Cómo se construyen imaginarios a través de los medios de comunicación? Puede ayudarnos a explicar una de las razones que ponen en marcha los fenómenos visuales, prácticas y representaciones de miedo, antes detalladas.
Habrá que tomar en cuenta el nivel de incidencia que tienen los medios de comunicación, en especial la televisión, y los noticieros específicamente sobre los imaginarios colectivos. Para lo que cito algunos datos publicados en la revista URVIO (Revista Latinoamericana de Seguridad Ciudadana) que nos da una idea de la relación medios / imaginarios / in-seguridad en el contexto ecuatoriano.
Imaginario e incidencia mediática
El imaginario colectivo es un conjunto de visiones y representaciones que permiten una forma particular de concebirse y de pensarse como grupo social. Son representaciones que articulan una continuidad de la comunidad, tal como lo entiende José Mª Perceval (1995). En este sentido una sociedad construye sus imaginarios sobre su propia imagen predeterminando el comportamiento social y organizando la experiencia de la vida social desde la vida cotidiana.
El imaginario es un dialogo entre lo que consideramos “real” y lo “imaginario”. Los conocimientos adquiridos en el mundo concreto, el conjunto de creencias sociales y personales, los juicios, opiniones y emociones que desde aquí se desprenden, dan forma a lo que consideramos como “real”. Y por otro lado lo “imaginario” es constituido por un procesamiento de información del cual se alimenta una memoria de experiencia personal y una memoria colectiva, esta ultima como una mirada histórica de un pasado más o menos común.
Entendiendo esto, podemos hacernos una idea de cómo la incidencia de los medios de comunicación “omnipresentes” en nuestra cotidianidad tienen el poder de diseñar las nociones que hacemos sobre el mundo; nuestra opinión y la opinión publica necesita de material informativo que a su vez se convierte en un circulante oral en la colectividad y es en este momento donde la información se tamiza de forma critica o se interioriza sin mayor análisis.
El fenómeno de la in-seguridad es tanto un hecho real como imaginario, sin embargo el bombardeo mediático se enfoca en la creación de una “amenaza latente” de un peligro imaginario común. En este sentido, el grado de persuasión que logran los medios de comunicación adquiere su mayor efectividad -lógicamente- si son consecuentes en algún grado con los intereses de las mayorías. Haciendo una analogía con el caso estudiado por Martín Barbero sobre nacionalismos populistas (Barbero, 2003), puedo traducir: que el papel decisivo que juegan los medios de comunicación se basa en su capacidad de mediar entre la posición política del discurso de in-seguridad y las demandas básicas de la sociedad sobre esta problemática . La mediación, entonces, permite transmutar la idea política institucionalizada de in-seguridad (con todas sus agendas e intereses implícitos) a un anhelo de vivencia, a una idea y sentimiento de lo que significa estar seguro.
Los resultados o mejor dicho uno de los resultados de la relación medios / imaginarios / in-seguridad, es la individualización de un problema de política publica; esta relación transforma las carencias y los miedos de los ciudadanos en ansiedad por seguridad personal y deseos consumistas.
En esta relación entre imaginario colectivo y medios de comunicación podemos hallar la correspondencia con las múltiples representaciones de miedo: tanto como transformaciones de espacio y arquitectura urbana, como construcciones mediáticas de otredad.

Iconografía de la In-Seguridad


La falta de planificación urbana, la omisión y no control de reglamentos municipales sobre construcción y cerramiento domiciliar, han puesto en marcha la creatividad en el diseño e instalación de cerramientos disuasivos, yendo desde las instalaciones populares de bajo costo a las sofisticadas incorporaciones de video circuitos de seguridad, alarmas y cerramientos electrificados.
Es interesante pensar en como estos dispositivos de seguridad equilibran eficazmente una advertencia altamente agresiva con un sentido estético, decorativo de fachadas (en el mejor de los casos). Por otra parte los cerramientos pueden llegar a ser más sofisticados y menos llamativos en sectores residenciales de la periferia de la ciudad donde existe la tendencia al conjunto habitacional cerrado “amurallado”
Las garitas de seguridad privada apostadas en las aceras de todo lo largo y ancho de la ciudad, son en su mayoría construcciones precarias, improvisadas en el espacio, premeditadamente visibles al transeúnte, son dispositivos nuevamente para la disuasión. Aunque recientemente los guardias de seguridad están prohibidos de portar armas y sus garitas de ser reubicadas en el interior del edificio que contrata sus servicios de vigilancia (como lo indica el articulo 16 y las disposiciones generales de la Ley de vigilancia y seguridad privada puesta en vigencia en agosto del 2008) es una pugna no resuelta hasta la actualidad.
En este hecho hay que considerar que la vigilancia privada se ha constituido también en una actividad informal de trabajo que responde a una demanda particular no regulada.
Las pegatinas y escudos de “local protegido” y compañías de seguridad se despliegan en lugares visibles tanto de domicilios como de locales comerciales, expresando la afiliación a estos mecanismos de protección y apoyo armado a los cuales se recurre con frecuencia por parte de la ciudadanía. El efecto visual es casi imperceptible ya que el formato de las pegatinas es mínimo, sin embargo una revisión de la grafica utilizada por esta (estética y esta simbología militar), y la cantidad existente en la ciudad, es destacable.